jueves, noviembre 10

3 anécdotas en una entrada

1. Saber Observar

En la ciudad de los trancones eternos hacer un monitoreo de vertimientos en caja de inspección es una aventura, primero porque abrirla requiere hasta de un patecabra para despegarla y luego terminar rompiendo la acera, segundo porque una vez abierta puede llegar a ser una odisea estomacal, y tercero, que los transeuntes prefieren usar los pies, saltar, subirse la falda y mostrar medio calzón, que usar la cabeza, evitar la cinta, guardar durante 30 segundos su maldito blackberry y mirar por dónde caminan.



No es por joder, es que me preocupo por sus insignificantes vidas, pueda que alguien los quiera ver completos al finalizar el día.

2. En el país de la democracia.

No muy lejos de la Universidad Nacional, cerca a una academia de teatro, se reunen un grupo de jóvenes sin saber que dos malacarosos llevan más de 5 minutos siguiéndolos y fotografiándolos, lo que los dos malacarosos no saben es que son actores de teatro.

No muy lejos, en tiempo y no en espacio, luego de la marcha de unos estudiantes se ve pasar una civil con radioteléfono.

Así como cuando la marcha arranca y de la nada aparece todo un escuadrón "anti"-disturbios a interceptarlos, digo, a acompañar la marcha y velar por el orden.

Moraleja: la paranoia de los gobiernos es proporcional a la limpieza de conciencia de sus gobernantes.

3. No hay persona más peligrosa que un bobo con poder.

Los comentarios los hacen ustedes, yo ya emití todo con el título que le di a éste instigador a la violencia, el terrorismo, la intolerancia y la polarización.


Sin más ni más... La22.