Nota 1: éste post se hizo en un momento en el cual no pensaba hacer un post, pero se debía hacer porque sino, nos seguirán viendo la cara de pendejos unos cuantos años más. Para mayor información previa (antes de madrear al autor) revise el diario
EL ESPECTADOR.
Nota 2: cualquier parecido con la realidad... es mera coincidencia, menos mal es un simple poema, a alguien se le salió el poeta interior.
Nota 3: si quieres de lo mismo, sigue en los mismos caminos, sigue con los mismos y sigue pensando lo mismo... que cuando no haya una atención digna en un hospital y demores 3 horas en urgencias sin ser atendido, no haya educación digna para ti y tus familiares, no haya un trabajo digno y debas salir a la calle a convertirte en un "empresario" de semáforo... te dejarán protestar... antes de enviarte la tropa.
Nota 4: A veces se tutea y a veces no... y cuando un político te tutea... es que oculta algo perverso.
Nota 5: El diminutivo;
(Del lat. diminutīvus).
1. adj. Que tiene cualidad de disminuir o reducir a menos algo.
2. adj. Gram. Dicho de un sufijo: Que denota disminución de tamaño en el objeto designado, p. ej., en piedrecilla, o que lo presenta con intención emotiva o apelativa, p. ej., en ¡Qué nochecita más atroz! Una limosnita. Se usa también con adjetivos y adverbios con significación intensiva; p. ej., ahorita, cerquita, pequeñín.
3. m. Gram. Palabra formada con sufijos diminutivos.
Nota 6: Piensa con la cabeza, con la razón y el corazón, se crítico y sigue las ideas no los colores, vota correcto pensando en tu vida y tu futuro y el de los demás.
Nota 7: espere con proximidad (cuando vuelva y tenga tiempo para redactar) "Razones para ser católico".
Nota 8: la Nota 5 no tenía nada que ver con el tema aparte de "Una limosnita".
El Pobre ViejecitoÉrase un viejecito
sin nadita que ofrecer
sino dávidas, notarías, embajadas,
tortas, huevos, guiños y subsidios.
Tenía un canal, un periódico,
una cadena radial y miles de borregos,
y el pobre no encontraba
que ofrecer ni que tener.
Y éste viejo no tenía
Ni un ranchito en que vivir
Fueran mil hectáreas heredadas
con sus caballos y su jardín.
Nadie, nadie lo asesoraba
sino Jose Obdulio y Juan Manuel
y muchos lagartos y dos hijos
con zona franca y mucho PIN.
Nunca pudo él sentarse
sin consejo comunal
con ministros y alabanzas
y marchas a su espaldar.
Ni otra casa que una grande
más guardiada que un altar
con sótano y ratonera,
para muchos amiguitos invitar.
Y éste pobre viejecito
cada día, hasta su fin,
tuvo un día más de escándalos
y uno menos que vivir.
Y al mirarse en el espejo
lo espantaba siempre allí
otro viejo de uniforme,
papalina y peluquín.
Y éste pobre viejecito
no tenía con qué vivir
sino diarios de mil cortes
e impuestos del 4 por mil.
Y a no ser por sus zapatos
toditícos militar
que se sienta el pie de fuerza
y la blanda mano quede atrás.
Apetito nunca tuvo
cuando no había qué comer,
ni gozó salud completa
cuando firmó decretos sin leer.
Se murió de muchos vicios
cuando aspiraba a su tres
esperemos nunca vuelva
ni con hambre ni con sed.
Y éste pobre viejecito
al morir no deja más
que mijitos, desplazados, escándalos y crisis,
ocho años y
NO MÁS.
Duerma en paz, y Dios permita
que logramos arreglar
la pobreza de los pobres
y morir de otro mal.
Rafael Pombo.
Cómo último regalo del día previo a las elecciones se les deja un parde cancioncitas... pa que le peguen a la cabeza... (ojalá no me toque entonarlas..)
