lunes, octubre 31

Polaridad política pagada

Ahh si, cuando en el correo el Spam no deja de llegar, llega de la siguiente manera:
Apreciad@ Amig@

Quiero invitar a todos los habitantes de Bogotá a votar muy responsablemente este domingo. A los que están con Gina Parody, con Carlos Fernando Galán, con David Luna, con Jaime Castro a que nos unamos para ganarle a Gustavo Petro. Para que hagamos obras de verdad, para que mejore la seguridad, la vivienda, el transporte, la salud, la educación, para que las oportunidades de progreso sean reales y para todos. No nos quedemos en la carreta. No nos quedemos en la improvisación.

Lleve a sus padres, a sus amigos, a sus vecinos y vamos a votar masivamente este domingo, pensando con responsabilidad en nuestras hijos, en nuestras familias, en nuestras Bogotá. Unidos y con la ayuda de Dios lo podemos lograr.


Cordialmente,
Enrique Peñalosa
A decir verdad, el que una campaña esté dirigida a ganarle a fulano, sutano o perensejito significa una cosa: desespero.

Y no es para más, el simple hecho de basar una campaña en hablar de los logros del pasado, en señalar a la competencia, en estigmatizar el pasado de la competencia y usarlo como bandera política deja un tufillo de turbidez, de polaridad... de infantilismo.

Lo mejor de todo, cuando los simpatizantes del candidato perdedor en cuestión, incitan a campañas de odio como #ciudadsinmemoria y cosas por el estilo, sin olvidar que han apoyado al títere de alguien que ha dejado un #paíssinmemoria, de alguien que enseñó que todo vale y que podemos pasar por encima de las demás personas sin importar el costo con tal de conseguir lo que queremos.

Yo creo que antes que criticar el culo ajeno sin ver el propio, deberíamos cambiar un poco, mejorar nuestra actitud, respetar al peatón, no tirar basura a la calle, ser un poco más humanos y no creer que los que están luchando su diario vivir en un semáforo lo hacen por gusto, y sobre todo: tratar de entender que éste país no necesita mesías ni administradores de parqueadero, mucho menos que gente que viva alardeando sus tristes logros del pasado para que le caigan votos del cielo.

Así que por favor, dejemos de lado la mamertada, no vengan a hablar de "ciudad sin memoria" por el hecho de elegir un ex-guerrillero. Deberían dejar de lado su bobada y tener memoria de verdad, porque si mal no recuerdo, a Peñalosa se le deben las maltrechas losas de la Fase I de Transmilenio (y nunca respondió), a Mockus la entrada de operación del ESMAD en Bogotá (si, el mismo que ataca estudiantes como si todos fueran encapuchados), a Pastrana nadie le recordó el puente de la 92, la privatización del aseo y recolección de basura en Bogotá (que chicharrón y doña Juana sigue siendo una bomba de tiempo), la liquidación de la Empresa Distrital de Transportes (la de los Trollebus, la misma que al final lanzó un articulado 10 años antes que el Transmilenio que les pareció la rechimba y hoy es la rechanda) y entrega del transporte público de la ciudad a las mafias que hoy operan hasta el mismo Transmilento... ciudad sin memoria la que no recuerda que Fernando Mazuera (el de mazuren, mirandela, marandúa, marantá) cuando fue alcalde, en pro de favorecer el transporte en buses, al otro día del bogotazo ordenó pavimentar los rieles del tranvía. Sin más ni más, LA 22.


Que ni sosteniéndole el megáfono a falta de discurso propio

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