Vámonos de putas

Perdón, no por el título - que está del putas - sino por haberme ausentado.

Los asiduos 22 lectores y seguidores de éste portal de desparche se habrán dado cuenta que desde su primer día, La 22 hizo referencia jocosa de su nombre debido al continuo tránsito por el sector de la bogotana calle 22 durante mis días de universitario, un sector en el que contrastan edificios viejos y abandonados, dos veintiúnicas patrullas de policía, marginados e indigentes con el neon rojo y azul de los grandes negocios y las puertas con luz roja de los negocios chicos en donde conviven travestis, prostitutas y trabajadoras sexuales de todos los estratos, desde las enrejadas y aquellas que lo han ejercido toda una vida por necesidad, hasta las que llegan de incógnito y resultan ser jovencitas que van en busca de plata para sostener lujos y farras, el mismo sector de unas 10 manzanas en donde contrasta la miseria callejera, residencias de mala muerte, las lozas de mala calidad del TM y el mal estado de las vías con el derroche que ocurre dentro de sitios de renombre como "La Piscina" y "El Castillo", en los cuales también los amarillistas canales privados filman sus novelas.

Hablando en materia y viendo que éste país está que se lo lleva el "putas" mientras unos cuantos patriotas y mucho extranjero viene de "putas" a pasarla del "putas" (Dios mío, tanta palabra "puta" ya nos ha mareado, que hijo de ...), desde el escándalo de la "acompañante" del bolillo hasta el "servicio secreto" del servicio secreto norteamericano - llegamos al punto que ex-soviéticos de la KGB se preguntaron ¿cómo? y ya han emigrado a ésta tierra para ver que en una noche se hizo lo que no pudieron en 40 años de Guerra Fría - se ha demostrado que el destino de éste país tiene que ver algo con ésta profesión, incluso por unos hijos de ellas que nos gobiernan.

Tenga en cuenta querid@ lector@ que ésta profesión que se debería conocer como "sexo asalariado" llega más rápido que la ayuda de la ONU y cosas por el estilo, siendo algo arraigado a nuestra realidad y llevado al Compact Disk por el grupo musical Mano Negra, una situación social que nos negamos a ver porque creemos cristianamente que ell@s hacen parte de los indeseables de la sociedad.

A decir verdad, entre los medios y las agencias de "turismo" le dan fama a ciudades y a paises, suena exagerado decir que "Cartagena nada en prostitución" como lo dice el Washington Post, pero se ha de reconocer que en Cartagena al turista le ofrecen servicios sexuales a plena luz del día mientras le ofrecen afrodisiacios como patas de cangrejo y ostras para estar muñeque' burro como ellos llaman -  lo digo y lo sostengo por experiencia propia -.

Sobra decir que con el escándalo del servicio secreto en Cartagena, se repite la misma historia mediática que causó la "periodista" Salud Hernández Mora (pro franquista llevada del putas) cuando viajó a la cuna de las prostitutas y ... emputó a las pereiranas.

Creería que en vez de desgarrarnos las vestiduras y hacer el ridículo o darle otro nombre como "damas de compañía", "bailarinas" y cosas por el estilo (paños de agua tibia), deberíamos mirar en qué ha fallado nuestro progreso y nuestra educación para evitar tan bochornosos episodios. No me hubiera imaginado si la cumbre la hubieran realizado en algún pueblo influenciado por la "bonanza" del petróleo.

Hasta aquí su corresponsal de(l) putas, Harvysin para La 22.

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 Fuente: la que te parió